Astronomía. Constelación de Orión
En la antigüedad, cuando la única iluminación que teníamos era el fuego, en las noches oscuras, las estrellas formaban una gran parte de nuestras vidas. Se podría decir que nuestras vidas dependían de ellas. El Ser Humano, diferenciado del resto de los animales por la inteligencia, era capaz de reconocer patrones, así pues, noche tras noche, observábamos las estrellas y con el tiempo, nuestros antepasados, se dieron cuenta que el movimiento de las estrellas a lo largo de todo un año predecían cambios en la tierra que ponían en peligro o mejoraban nuestras posibilidades de supervivencia.
Poco a poco se le fue dando forma al cielo, dándole cada cultura o civilización a partir de la unión de diferentes estrellas sus propias imágenes, ya fueran animales, objetos cotidianos, héroes, etc.
En este artículo se destaca la constelación de Orión, que según cuenta una leyenda Griega, era un cazador que un día espiando a las 7 hijas de Atlas, se volvió loco de deseo y las persiguió durante 7 años. Las hermanas rezaron al dios Zeus para que las salvara de Orión. Zeus las convirtió en las famosas Pléyades. Cuando Orión murió por una picadura de escorpión Zeus lo coloco en el cielo para que pudiera seguir persiguiendo a las 7 hijas de Atlas.
Esta constelación, conocida en el mundo entero, es visible desde los dos hemisferios, en el hemisferio norte durante toda la noche en invierno, siendo verano en el hemisferio sur.
Se recomienda para la buena observación de las diferentes constelaciones alejarse de los núcleos de población, para evitar la contaminación lumínica que se genera.
Rafael Martínez Córdoba.
Ingeniero Técnico en Topografía.
Colegiado nº 7668.